La Transición Española es el período histórico que supondría para nuestro país grandes cambios y avances. Durante mucho tiempo, casi 40 años, la dictadura administrada por los vencedores de la Guerra Civil suprimió las libertades públicas, políticas y sindicales y la división de poderes que habían sido instauradas durante la Segunda República. El fin del franquismo supondría cambios estructurales que se consagrarían con la Constitución del 78.
La transición política en España sólo puede entenderse desde la comprensión de los hechos que estaban sucediendo más allá de nuestras fronteras sobre todo la Guerra Fría, teniendo en cuenta que tuvo lugar en uno de los momentos críticos de ese enfrentamiento entre los dos bloques. Esto sumado al:
- agotamiento del modelo burocrático del franquismo,
- el golpe de Estado en Chile encabezado por el General Pinochet (1973),
- crisis del petróleo,
- la Revolución de los Claveles en 1974,
- la Marcha Verde de Marruecos sobre el Sahara en 1975 apoyada por los Estados Unidos para frenar la influencia de Argelia o
- la invasión soviética en Afganistán en 1979 fueron algunos de los hechos que rodearon la transición española.
En el interior del país, la situación también era crítica ya que existía el terrorismo de ETA que hacía poco que había asesinado a Carrero Blanco, siendo sustituido por Carlos Arias Navarro como Jefe de Gobierno.
Centrándonos en este último período, Juan Carlos I de Borbón fue proclamado Rey de España (22nov1978) de acuerdo con las Leyes Fundamentales del Franquismo,
“España se acostó franquista y se levantó democrática”.
El Rey confirmó al Presidente del Gobierno del régimen franquista, Arias Navarro aunque pronto se manifestaría la dificultad de llevar a cabo reformas políticas bajo su Gobierno, lo que produciría un distanciamiento cada vez mayor entre Arias Navarro y Juan Carlos I. Esta falta de sintonía con el Rey, provocaría que Arias Navarro fuera sustituido por Adolfo Suárez, quien se encargaría de entablar las conversaciones con los principales líderes de los diferentes partidos políticos y fuerzas sociales, de cara a instaurar un régimen democrático en España.
El nombramiento de un gobierno bajo la presidencia de Adolfo Suárez (julio 1976) abrió el camino a la reforma política, aunque el nuevo gobierno encontró notables resistencias internas.
El primer paso importante del proceso de transición fue la aprobación de la Ley para la Reforma Política (Ley 1/1977 4 enero), aprobada por las Cortes y sometida a referéndum el día 15 de diciembre de 1976 y destinada a sentar las bases normativas e institucionales que hicieran posible unas elecciones libres, con participación de partidos políticos y a preparar un texto constitucional.
La transición política en España sólo puede entenderse desde la comprensión de los hechos que estaban sucediendo más allá de nuestras fronteras sobre todo la Guerra Fría, teniendo en cuenta que tuvo lugar en uno de los momentos críticos de ese enfrentamiento entre los dos bloques. Esto sumado al:
- agotamiento del modelo burocrático del franquismo,
- el golpe de Estado en Chile encabezado por el General Pinochet (1973),
- crisis del petróleo,
- la Revolución de los Claveles en 1974,
- la Marcha Verde de Marruecos sobre el Sahara en 1975 apoyada por los Estados Unidos para frenar la influencia de Argelia o
- la invasión soviética en Afganistán en 1979 fueron algunos de los hechos que rodearon la transición española.
En el interior del país, la situación también era crítica ya que existía el terrorismo de ETA que hacía poco que había asesinado a Carrero Blanco, siendo sustituido por Carlos Arias Navarro como Jefe de Gobierno.
Centrándonos en este último período, Juan Carlos I de Borbón fue proclamado Rey de España (22nov1978) de acuerdo con las Leyes Fundamentales del Franquismo,
“España se acostó franquista y se levantó democrática”.
El Rey confirmó al Presidente del Gobierno del régimen franquista, Arias Navarro aunque pronto se manifestaría la dificultad de llevar a cabo reformas políticas bajo su Gobierno, lo que produciría un distanciamiento cada vez mayor entre Arias Navarro y Juan Carlos I. Esta falta de sintonía con el Rey, provocaría que Arias Navarro fuera sustituido por Adolfo Suárez, quien se encargaría de entablar las conversaciones con los principales líderes de los diferentes partidos políticos y fuerzas sociales, de cara a instaurar un régimen democrático en España.
El nombramiento de un gobierno bajo la presidencia de Adolfo Suárez (julio 1976) abrió el camino a la reforma política, aunque el nuevo gobierno encontró notables resistencias internas.
El primer paso importante del proceso de transición fue la aprobación de la Ley para la Reforma Política (Ley 1/1977 4 enero), aprobada por las Cortes y sometida a referéndum el día 15 de diciembre de 1976 y destinada a sentar las bases normativas e institucionales que hicieran posible unas elecciones libres, con participación de partidos políticos y a preparar un texto constitucional.
Consolidado el proceso reformista por el Gobierno, en los primeros meses de 1977, se legalizaron muchos partidos y sindicatos. El proceso culminó con la legalización del Partido Comunista durante la Semana Santa de 1977, hecho que provocó una aguda crisis política. También se concedió una segunda amnistía parcial (a los presos políticos mayoritariamente).
Desarticulados los principales centros de poder del franquismo inmovilista, restablecidas las libertades políticas y legalizados los partidos y sindicatos, se convocaron elecciones legislativas libres para elegir a los componentes del Congreso y el Senado. (Junio 1977)
Para concurrir a las elecciones, el Gobierno decidió constituir una fuerza electoral, la Unión de Centro Democrática, que agrupaba a pequeños partidos y grupos con una voluntad común de construir una democracia a partir de la reforma política.
La voluntad del pueblo español en favor de un sistema democrático se expresó con nitidez y quedó confirmada la política reformista del gobierno, aunque la UCD no contó con mayoría absoluta para actuar en solitario y desarrolló una política de pactos. A partir de ese momento comienza el proceso de construcción de la democracia en España y de la redacción de una nueva Constitución.
El 6 de diciembre de 1978 se aprobó en referéndum la Constitución Española, entrando en vigor el 29 de diciembre.
A principios de 1981 dimite Adolfo Suárez debido al distanciamiento con el Rey y a las presiones internas de su partido.
Otro hecho que marcó sin lugar a duda la transición española fue el intento de golpe de Estado el día 23 de febrero de 1981, conocido como 23-F en el cual, durante la celebración de la votación en el Congreso de los Diputados para elegir como sucesor a Leopoldo Calvo-Sotelo se produce la intentiva golpista dirigida por Antonio Tejero, Alfonso Armada y Jaime Milans del Bosch, entre otros.
Las tensiones internas de la UCD provocarían su desintegración a lo largo de 1981 y 1982. El segmento democristiano terminaría integrándose con Alianza Popular, pasando así a ocupar la franja de centro-derecha. Por otro lado, los miembros más cercanos a la socialdemocracia se unirían a las filas del PSOE.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sucedió a la UCD tras obtener mayoría absoluta en las elecciones generales del 82, ocupando 202 de los 350 escaños, y comenzando así la II Legislatura de España. Sería la primera vez que un partido considerado de izquierdas o progresista iba a formar gobierno y daría comienzo a una nueva etapa en la historia de España.
